lunes, 16 de noviembre de 2015

La Fuerza Aérea francesa bombardea un bastión de ISIS en Siria


La aviación francesa ha desplegado un ataque sobre la ciudad siria de Raqqa, el bastión del Estado Islámico en ese país, según ha confirmado el ministro de Defensa francés, Bernard Cazeneuve. En la operación han intervenido una docena de aviones, de los que diez son cazas, y han arrojado no menos de una veintena de bombas sobre dos objetivos. Las aeronaves salieron desde Jordania y los Emiratos Árabes Unidos entre las 19.50 y las 20.25 hora local, y permanecen en constante coordinación con las fuerzas estadounidenses. 
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"El primer objetivo destruido era utilizado por Daesh (el acrónimo árabe del Estado Islámico) como centro de mando, centro de reclutamiento yihadista y depósito de armas y munición. El segundo albergaba un campo de entrenamiento", ha explicado el ministro, de acuerdo con la agencia francesa AFP.
Desde hace más de un año, la aviación francesa operaba contra ese grupo terrorista en Irak con cazas Rafale y Mirage 200 y con un contingente de 77 efectivos. Pero el pasado 27 de septiembre se ampliaron a Siria los bombardeos, justificados por el Gobierno francés en la necesidad de su "legítima defensa" contra un grupo que golpea a su país dentro de sus propias fronteras. En este caso, según han indicado fuentes del Ministerio de Defensa francés a Efe, con la veintena de bombas y una decena de cazas se puede decir que este ataque es de mayor envergadura que los anteriores.
La ofensiva se produce dos días después de que al menos siete suicidas de este grupo terrorista desataran la peor masacre vivida en París, con al menos 129 muertos y más de 300 heridos. 

viernes, 13 de noviembre de 2015

Lo que Napoleón Bonaparte vio dentro de la Gran Pirámide de Egipto y le dejó aterrorizado


Napoleón, junto a la esfinge.

La pirámide de Keops, que es la única construcción que perdura de las siete maravillas del mundo antiguo, sigue revelando nuevos secretos en sus imponentes 146 metros de altura. Un escaneado de la construcción de bloques de pieza caliza indicó hace unos días que podría haber pasadizos ocultos todavía sin descubrir, como evidencia el hecho de que se hayan registrado anomalías de temperatura de hasta seis grados. Un análisis científico que confirma lo que Napoleón Bonaparte intuyó en su propia piel tras pasar siete horas en el tétrico monumento: el misterio impregna cada uno de sus rincones.
Con el objetivo de liberar Egipto de las manos turcas, el prometedor general Bonaparte, victorioso en Italia, desembarcó en el país del Nilo durante el verano de 1798 con más de treinta mil soldados franceses poniéndose por objetivo avanzar en dirección a Siria. No en vano, el joven Napoleón perseguía algo más que objetivos militares y llevó consigo a un grupo de investigadores de distintas disciplinas (matemáticos, físicos, químicos, biólogos, ingenieros, arqueólogos, geógrafos, historiadores...), más de un centenar, para que estudiaran al detalle aquel país de las pirámides maravillosas y los dioses milenarios. Entre ellos figuraban los matemáticos Gaspard Monge, fundador de la Escuela Politécnica; el físico Étienne-Louis Malus; y el químico Claude Louis Berthollet, inventor de la lejía. Es decir, algunos de los científicos más brillantes de su generación acudieron a la llamada del general, de 28 años, sin conocer siquiera el destino del viaje hasta que navegaron más allá de Malta: «No puedo decirles adónde vamos, pero sí que es un lugar para conquistar gloria y saber».
Europa redescubre Egipto
Fue en aquella expedición, entre lo militar y lo científico, cuando Europa redescubrió las maravillas del antiguo Egipto y encontró la llave para entenderlas. Mientras un soldado cavaba una trinchera en torno a la fortaleza medieval de Rachid (un enclave portuario egipcio en el mar Mediterráneo), halló por casualidad la conocida como la piedra Rosetta, la cual sirvió para descifrar al fin los ininteligibles jeroglíficos egipcios. Se trataba de una sentencia del rey Ptolomeo, fechada en 196 a. C, escrita en tres versiones: jeroglífico, demótico y griego. A partir del texto griego fue posible encontrar las equivalencias en los jeroglíficos y establecer un código para leer los textos antiguos.
No obstante, el viaje también sirvió a Napoleón a modo de búsqueda espiritual en una tierra que había perturbado la imaginación de grandes personajes de la historia. Como muchos de sus contemporáneos, el Gran Corso se sentía atraído por el exotismo oriental y había leído una obra muy popular por entonces, «El Viaje a Egipto y Siria de Constantin Volney», publicada en 1794 sobre los misterios de las civilizaciones de la zona.
En medio de las operaciones militares, Napoleón se dirigió a Tierra Santa con el propósito de confrontarse con el ejército turco y, de paso, a descansar por una noche en Nazaret. Y así lo hizo el 14 de abril de 1799, sin que hayan trascendido más detalles de esta particular parada turística. Ese mismo año, en agosto, Napoleón regresó a El Cairo haciendo noche supuestamente en el interior de la Pirámide de Keops. Su séquito habitual y un religioso musulmán le acompañaron hasta la Cámara del Rey, la habitación noble, que en aquella época era de difícil acceso, con pasadizos que no llegaban al metro y medio, y sin ningún tipo de iluminación más allá de las insuficientes antorchas.
Concretamente, la Cámara del Rey es una sala rectangular de unos 10 metros de largo y 5 metros de ancho conformado por losas de granito, paredes y techo lisos, sin decoración, y únicamente contiene un sarcófago vacío de granito, sin inscripciones, depositado allí durante la construcción de la pirámide, puesto que es más ancho que los pasadizos. El general corso pasó siete horas rodeado solo de murciélagos, ratas y escorpiones en la pirámide. Justo al amanecer, brotó de la laberíntica estructura, pálido y asustado. A las preguntas de inquietud de sus hombres de confianza sobre lo qué había ocurrido allí dentro, Napoleón respondió con un enigmático: «Aunque os lo contara no me ibais a creer».
De la pirámide, a la conquista política de París
Resulta imposible saber qué es lo que vio o sintió exactamente Napoleón en esas siete horas, o incluso si el episodio llegó a tener lugar, aunque parece probable que en todo caso el corso creyera sufrir alguna clase de experiencia mística inducida por la soledad, la oscuridad, las temperaturas extremas y los ruidos comúnes que distorsiona el eco. Lo que está claro es que –como han dado cuenta distintas obras de ficción, véase la novela de «El Ocho» (1988) de Katherine Neville o más recientemente Javier Sierra en «El Secreto Egipcio de Napoleón» (2002)– la noche de Napoleón dentro de la Gran Pirámide pareció cambiar su carácter para siempre. Pese a regresar derrotado militarmente a Francia, el corso despegó políticamente en los siguientes meses. En noviembre de ese año organizó el golpe de Estado del 18 de brumario que acabó con el Directorio, última forma de gobierno de la Revolución francesa, e inició el Consulado con Napoleón Bonaparte como líder.
Lo que si tiene una respuesta más accesible es por qué razón quiso pernoctar en el monumento. Según explica el periodista Peter Tompkins en su clásico «Secretos de la Gran Pirámide», «Bonaparte quiso quedarse solo en la Cámara del Rey, como hiciera Alejandro Magno, según se decía, antes que él». Obsesionado durante toda su carrera con otros personajes históricos claves, Napoleón trató de emular las huellas del conquistador Alejandro Magno y del general romano Julio César, que supuestamente habían pasado también una noche en la cámara buscándose así mismos. El conquistador griego, del que se cuenta una infinidad de leyendas de su contacto con otros mitos de la Antigüedad, fundó Alejandría en el año 331 a.C. y consultó el oráculo egipcio, donde recibió al parecer su confirmación como hijo de Zeus-Amón y como conquistador del mundo. Ese mismo año, en Menfis, Alejandro Magno recibió las insignias y títulos de los faraones y realizó sacrificios a las divinidades egipcias.

La ‘miss’ que se enfrentó a China

Miss Canada Anastasia, en su casa de Toronto.
Puede que la belleza abra muchas puertas, pero no las de China. Lo sabe bien Anastasia Lin, que protagoniza una agria polémica con el régimen de Pekín desde que se coronó como Miss Canadá el pasado 16 de mayo. La razón la expuso la propia joven, nacida en China y naturalizada canadiense después de haber emigrado con su madre cuando solo tenía 13 años, en un artículo que publicó en el diario The Washington Post: “Me siento muy privilegiada de ser canadiense, y de disfrutar de las libertades que a muchos otros se les niegan en diferentes partes del mundo. Haber crecido en Occidente me ha permitido conocer conceptos como el de los Derechos Humanos, y creo que merece la pena protegerlos aunque eso requiera correr riesgos”.
Sin duda, ella está dispuesta a correrlos. No en vano, como actriz ha participado en una obra que muestra el sufrimiento de los miembros de Falun Gong, una secta prohibida y perseguida en China, y en julio testificó frente a una comisión del Congreso de Estados Unidos para explicar las violaciones de los derechos humanos a las que están sometidos quienes pertenecen, como ella, a este polémico grupo espiritual que combina elementos del taoísmo y el qigong y sí es legal en territorios como Hong Kong o Taiwán. “En China hay gente que recibe palizas y sufre torturas, como quemaduras o electrocuciones, por mantenerse fiel a sus creencias”, afirmó entonces.
Ahora, Lin está pagando las consecuencias de su crítico discurso. La primera es el retraso en la expedición del visado que necesita para participar en la final mundial del concurso de belleza, que se celebrará el 19 de diciembre en Sanya, una turística localidad de la isla china de Hainan. “Otras participantes recibieron sus permisos para hacer el viaje el pasado día 30, y dentro de 10 días acaba el plazo. Si no me conceden el visado para entonces, no podré ir a China y seré descalificada”, ha comentado este miércoles a la agencia Reuters. No obstante, Lin es consciente de que ese es el menor de sus problemas, porque, como ya avanzó anteriormente, su padre, que continúa viviendo en la provincia natal de Hunan, “está recibiendo mensajes amenazadores de agentes de las Fuerzas de Seguridad”.
A pesar de todo, a sus 26 años, Lin ratifica que no la van a callar. “He pensado en no volver a hablar más de este tema porque mi familia está en peligro. Pero no puedo hacerlo. Porque si consiguen silenciarme ahora, no se me presentará una nueva ocasión para hablar. Les habré demostrado que su táctica de intimidación funciona conmigo. Además, creo que cuanta más importancia se le dé a mi caso a nivel internacional, más seguro estará mi padre”, ha explicado. Claro que, con declaraciones como esas, no parece que China vaya a ceder. En ese caso, debería ser la primera dama de honor quien acuda a Sanya, y ha querido la casualidad que Betty Yunlei tenga también orígenes chinos. No obstante, a juzgar por su vídeo introductorio oficial, ella sí que encaja en el perfil que China exige a unamiss: bella, discreta, altruista, y, sobre todo, políticamente correcta.

Los «cuestionarios de la muerte» nazis para cazar judíos

Auschwitz, uno de los campos de exterminio que recibió más presos húngaros
Cazar judíos. Llevarles hasta los campos de concentración y, llegado el momento,asesinarles a miles. Este fue el plan que, bajo el nombre de «Solución final» («Endlosung der Judenfrage» en alemán) idearon los grandes jerarcas nazis en una fecha indeterminada para acabar con la que, según afirmaban, era una raza que no merecía estar sobre la faz de la Tierra. No obstante, con el objetivo de que llegase a buen término este plan, los hombres de la esvástica tuvieron que contar con una increíble maquinaria de la muerte detrás que buscaba, en primer lugar, identificar a los «enemigos». Una tarea para la que, entre otras cosas, los germanos utilizaron presuntamente una serie de cuestionarios que repartían entre la población y que pretendían determinar a qué grupo humano pertenecía el encuestado.
En principio, estos cuestionarios habrían quedado olvidados en la Historia como una mera anécdota (al igual que pasó con los ideados por los aliados para cazar nazis tras la Segunda Guerra Mundial) sino fuera porque, hace apenas unas jornadas, han sido descubiertos 6.300 de estos panfletos cerca del Parlamento de Budapest (Hungría). Unos documentos que fueron, según afirma en su versión digital el diario local «Kronen», repartidos en mayo de 1944 por los soldados de Hitler entre la población para desvelar si aquellos que residían en la zona cercana a la actual plaza Kossuth (lugar en el que han sido hallados) eran o no judíos. Así lo creen los expertos consultados por el diario húngaro.
Muerte y deportación en Hungría
Con la aparición de estos documentos, el negro recuerdo del nazismo vuelve a cernirse sobre Hungría, país que fue acusado en la Segunda Guerra Mundial de antisemita después de que, a partir de 1930, comenzase a ser fagocitado por Adolf Hitler y su política nacionalsocialista. Y es que, esta región se unió voluntariamente al frente formado por Alemania e Italia después de que el «Führer» le entregara algunas regiones de Checoslovaquia, Rumanía y Yugoslavia. Al parecer, con semejante regalo en las manos, los líderes del país prefirieron aliarse al que, en esos momentos, consideraban uno de los países más potentes de la vieja Europa.
No obstante, la relación entre Hungría y Alemania fue buena únicamente durante los primeros años de la contienda pues, según avanzaba la Segunda Guerra Mundial, Miklós Horthy (regente del país y, en principio, soberanamente proclive al nazismo) urdió todo tipo de planes para pactar con los aliados. El objetivo estaba claro: huir de aquel bando antes de que los aliados tomasen la zona y acabasen con los reductos germanos de la región. Como es lógico, esta decisión no gustó nada al «Führer», que devolvió el golpe enviado a la «Wehrmacht» (sus fuerzas armadas). «Tres años después de entrar en la guerra [en octubre de 1944] Horthy inició conversaciones para rendirse. La respuesta de Adolf Hitler fue la “Operación Margarita”, la invasión de Hungría para asegurar el absoluto control del país», explican Estefanía Langarita, Nacho Moreno e Irene Murillo en su reputado libro «Pagar las culpas».
Con todo, los documentos que nos ocupan fueron expedidos en mayo 1944, cuando Hitler no había sido traicionado todavía por Horthy y éste -amante todavía del nazismo- había elaborado multitud de políticas antisemitas. «Horthy, mediante sucesivas “Leyes judías”, en 1938, 1939 y 1941, había ido recortando los derechos a los súbditos húngaros de religión judía. […] Pero con la invasión nazi, de las restricciones se pasó a la persecución abierta y se metió a Hungría de lleno en la Solución Final», explican sus autores.
Así pues, antes del verano de 1944, el gobierno húngaro y los nazis comenzaron a aniquilar a los judíos a manos llenas, tarea para la que necesitaron -presuntamente y según creen historiadores como Istvan Kenyeres (Director General de los Archivos de la ciudad de Budapest)- estos test para hacer una división entre «buenos» y «malos». No sería raro, pues la fecha coincide con la épcoa en la que comenzaron a ser deportados prisioneros. «El 15 de mayo de 1944 iniciaron su marcha los primeros trenes de deportación. En los meses siguientes, cerca de medio millón de judíos de todo el país fueron trasladados a campos de exterminio», añaden los expertos.
Los «cuestionarios de la muerte»
Los cuestionarios han sido hallados en un apartamento ubicado en un edificio de la plaza Kossuth (en Budapest) cercano al Parlamento. El hallazgo, concretamente, fue realizado mientras sus dueños hacían una serie de reformas en la vivienda, En ese momento se percataron de que, tras una grieta en la pared, había más de 6.300 documentos escondidos. Con todo, en la actualidad se desconoce todavía quién los dejó allí o por qué fueron escondidos, pero no sería extraño que hubiesen sido ocultados con el objetivo de evitar que los aliados los encontrasen y los usasen para demostrar la segregación que se estaba produciendo en la zona. Un procedimiento que ya se hizo en campos de concentración como Auschwitz, donde cada papel sin quemar podía llevar a un guardia a la horca.
Fuera por la causa que fuese, lo que se tiene claro es que los 6.300 documentos que han sido encontrados fueron repartidos en los distritos XI, XII, XIII y XIV de Budapest por el Consejo de la Ciudad. Esta institución ordenó que, toda aquella vivienda que recibiese este cuestionario, debía completarlo y entregarlo en menos de 24 horas. Las preguntas que se hacían a los entrevistados eran varias, y entre ellas destacaban los nombres de los propietarios de la casa, los inquilinos que residían en ella, el nivel de renta de los encuestados y cuántos de ellos eran cristianos y judíos. Una cuestión que parece a los expertos soberanamente capciosa.
De esta forma, y siempre según las primeras elucubraciones, el gobierno húngaro y los nazis podrían haber intentado cazar a todos aquellos judíos que no hubiesen admitido todavía su condición al estado. Algo que se comenzó a solicitar en el verano de 1944. «En 1944 se decretó que los judíos tenían que llevar una estrella amarilla pegada en la ropa y, el 15 de junio, se dispuso la concentración de los 200.000 judíos de Budapest (15% de la población) en unas 2.000 casas dispersas por la capital, señaladas con una gran estrella amarilla», determinan los autores en su extensa obra. No obstante, todavía será necesario investigar estos documentos (los cuales se encuentran en un estado de conservación muy bueno) para poder llegar a una conclusión.
Independientemente de que su uso fuese descubrir a los judíos, lo que es innegable es que, el 21 de junio de 1944, 220.000 hombres, mujeres y niños de Budapest fueron forzados a abandonar sus hogares y trasladados hasta campos de concentración. Al final de la Segunda Guerra Mundial, además, el número de asesinados por no ser arios en este país fue de 600.000. La mayoría de ellos, después de ser trasladados a Auschwitz. Estos documentos, según explica Istvan Kenyeres, servirán para recordarles y ofrecerán muchos datos demográficos de interés.
Varios judíos húngaros son llevados presosLlegada de un transporte de judíos húngaros al campo de exterminio de Auschwitz en mayo de 1944

lunes, 2 de noviembre de 2015

Famosos doctores sin pasar por la universidad

No solo tienen premios, fama y dinero, las celebridades además consiguen títulos de Doctor Honoris Causa en universidades que, en la mayoría de los casos, no han pisado. El músico inglés Ed Sheeran, de 24 años, recibió la semana pasada el suyo por su “espectacular contribución a la música” en la Universidad Campus Suffolk en Ipswich, Inglaterra. La imagen de Sheeran con el birrete, la toga y sus zapatillas Converse dio la vuelta al mundo por Internet.
Aunque en este caso se trataba de una universidad inglesa, en EE UU ocurre constantemente. Es una práctica extendida que para algunos llegó a su límite el pasado mayo con la entrega del título a Kanye West por parte de la escuela de Artes de Chicago. Aunque en este caso, él sí que había acudido a clases en este centro cuando, de joven, pensaba convertirse “en Picasso o más grande”.
Kanye West, el día que recibió el doctorado en Chicago. 
¿Qué mensaje envía esta práctica? Se preguntó el diario TheTelegraph tras el Honoris Causa del rapero. “¿Quién necesita estudiar para conseguir un título cuando si te haces rico consigues uno de todas formas?”. Algo que, a su manera, dijo Sheeran al recoger el suyo. “Sé que es un poco raro decirlo cuando acabo de recibir mi doctorado, pero creo que hay mucha presión en los jóvenes para ir a la universidad, y luego muchos acaban con una deuda por un título que en realidad no necesitaban para trabajar en lo que quieren”, dijo el cantante, que abandonó la escuela a los 16 años para dedicarse a la música.

Profesionales con valores

En los centros europeos se busca menos esta fama momentánea. Se honra a profesionales “por su contribución indiscutible y logros con reconocimiento nacional e internacional”, dice la rectora de la Universidad Europea de Madrid, Isabel Fernández. A gente que sobresale en “la ciencia, la cultura, la docencia, la investigación o en cualquiera de las áreas profesionales que aportan a la sociedad”. Por eso entre sus doctores han estado Nelson Mandela, Pedro Duque o Rafael Nadal.
Meryl Streep, con su título Honoris Causa. 
Sin embargo, en las universidades estadounidenses esa aportación social a veces resulta difícil de justificar. Porque han recibido el título artistas de todo calibre: desde la Rana Gustavo a Mike Tyson, lo que hace que la repercusión de la ceremonia llegue a ser más importante que los valores que los honrados representan.
Pero la lista completa de famosos con títulos de Doctor Honoris Causa es muy larga y sí incluye a personas celebradas en su profesión como Meryl Streep, con tres títulos, incluido el de su alma máter, Yale; o J.K. Rowling que ha recogido seis; Oprah Winfrey tiene dos; y Robert De Niro o Ben Affleck también han tenido sus ceremonias. Aunque Aretha Franklin es la que más suma, con 12. El último en Harvard en 2014.

Murió el funcionario alemán que “hizo caer” el Muro de Berlín

La frase cayó como de pasada, tanto que algunos la consideraron un error: “Es efectivo, por lo que sé, inmediatamente, sin demora”, dijo el funcionario Günter Schabowski cuando le preguntaron cuándo se haría efectiva la libertad de movimiento entre la República Democrática Aleamana y la República Federal. Era el 9 de noviembre de 1989 y, unas horas más tarde, se supo que estas palabras habían derribado el Muro de Berlín. Schabowski, el alto dirigente de la Alemania socialista que las pronunció en la legendaria rueda de prensa, murió ayer en Berlín a los 86 años.
La respuesta provocó que una verdadera ola de berlineses orientales se acercaran al Muro para pasar al otro lado legalmente, como habían visto anunciar a Schawobski. Ante el dilema de reprimir violentamente a los ciudadanos que se juntaron ante los pasos fronterizos o dejarlos pasar, las autoridades de la RDA decidieron lo segundo. Significó la caída del Muro de Berlín y uno de los hitos del final de la Guerra Fría.
A las 22.42, la televisión pública del Oeste anunciaba: “Este 9 de noviembre es un día histórico. Las puertas del Muro están abiertas de par en par”. La muchedumbre se abalanza hacia Berlín Oeste.
El líder de Alemania Oriental, Egon Krenz, insistió después en que le había dicho a Schabowski que dijera a los periodistas que retuvieran la noticia de las nuevas regulaciones de viaje hasta las 4 de la mañana del día siguiente, de manera que los ciudadanos pudieran formarse apropiadamente para obtener visados de salida.
Schabowski, un experimentado periodista, dijo que nunca escuchó a Krenz decir eso y que hubiera sido poco realista de todos modos.
“Este fue uno de muchos líos en esos días’’, afirmó. “Actuábamos bajo la presión de los eventos. Estoy feliz de que esto fuera sin derramamiento de sangre’’.
Tras la reunificación de 1990, el miembro del Politburó fue encontrado culpable de homicidio por su contribución a la política de fronteras de la RDA. El Tribunal Federal confirmó la sentencia, pero Schabowski fue indultado en el año 2000 tras menos de un año en la cárcel. Entonces dijo que se “avergonzaba” de haber participado en la maquinaria política del Estado socialista alemán, una posición que repitió también durante el juicio. Según dijo Schabowski, la RDA “se hundió por sí misma, porque era un sistema defectuoso”. Cuando lo juzgaron junto con el último jefe de Estado de la RDA, Egon Krenz, Schabowski dijo reconocer su culpabilidad en las muertes de los alemanes orientales que trataron de escapar a Alemania Occidental.
Schabowski nació en Pomerania Anterior. Su padre era fontanero. En 1950 ingresó en el partido único de la RDA, el SED. En 1978 asumió la dirección del diario del partido, Neues Deutschland. En 1984 ingresó en el Politburó, el máximo órgano de dirección del SED.
Antes de la caída del Muro, Schawobski contó como posible sucesor del anciano Erich Honecker al frente del partido y del Estado en la RDA. El puesto lo asumiría Krenz en octubre de 1989.

viernes, 30 de octubre de 2015

Venezuela: Maduro anuncia acciones legales contra Washington


© AP Images Maduro
El presidente Nicolás Maduro anunció el jueves que iniciará acciones legales contra Washington en tribunales estadounidenses para que se derogue el decreto de Barack Obama que declaró a Venezuela una amenaza.
"Venezuela va a presentar una demanda en los propios Estados Unidos por ilegalidad internacional del decreto de Barack Obama que amenaza a Venezuela desde el 9 de marzo de este año", dijo Maduro durante un acto televisado, sin dar detalles.
La demanda es "parte de un camino legal para desmontar el decreto. No podemos tener ese decreto allí, como una espada de Damocles aquí", acotó Maduro, señalando su cuello, "y menos ahora que han reactivado las declaraciones diarias contra Venezuela".
En marzo Obama emitió un decreto que declaró a Venezuela una amenaza extraordinaria para la seguridad nacional y se congelaron los bienes de siete funcionarios venezolanos acusados de supuestas violaciones a los derechos humanos y corrupción.
Washington emitió las medidas días después de que Maduro acordó la reducción del personal de la embajada de Estados Unidos en Caracas y comenzó a exigir visa a los turistas estadounidenses.
Las tensiones entre los dos gobiernos se avivaron entonces, pero luego disminuyeron notablemente.
Caracas y Washington iniciaron en abril un proceso de acercamiento con la visita al país del consejero del Departamento de Estado Thomas Shannon, quien en los últimos meses ha mantenido encuentros con las autoridades venezolanas.
"Ustedes saben todo lo que he hecho, ustedes lo saben, para tener relaciones de respeto. Vamos a decirlo de alguna forma, para tener relaciones normales, de conversación, de diálogo con el gobierno del presidente Obama", expresó en un discurso en una fábrica de materiales de construcción.
El anuncio de Maduro se produjo horas después de que Shannon dijera ante una comisión del Senado estadounidense que en caso de resultar confirmado como subsecretario de Estado para Asuntos Políticos buscará sanciones adicionales a funcionarios venezolanos en caso de que sea necesario.
Maduro se quejó de que "Estados Unidos lamentablemente retomó el camino de la agresión contra Venezuela".
El mandatario venezolano citó como muestra de esos ataques las declaraciones del jefe del Comando Sur, general John Kelly, sobre la crisis económica que azota a los venezolanos.
Maduro recordó que Kelly, en una entrevista difundida recientemente por la cadena televisiva CNN, expresó que ora a diario por el pueblo venezolano "que está sufriendo terriblemente" debido a que "su economía está literalmente, me parece, en punto de implosión. Los productos básicos, los pañales, el papel higiénico, los alimentos, por decir lo menos, son escasos o no existen".
Maduro acusó al militar estadounidense de inmiscuirse en los asuntos internos del país y de ser parte de una "conspiración" contra su gobierno.
"Kelly... se cree el procónsul (del imperio) de estas tierras", aseveró. "Estados Unidos ha reactivado toda su conspiración, así lo denuncio. Ha reactivado el Pentágono, a través del Comando Sur, toda su conspiración contra la revolución bolivariana".
A pesar de las fricciones, y de estar sin embajadores desde 2010, ambos países mantienen un intenso intercambio comercial.