martes, 13 de octubre de 2015

El "final feliz" de la historia del "hombre que compró Google.com"

La historia del "hombre que compró Google.com" tuvo un segundo capítulo: después de tener el control del dominio con más tráfico del mundo durante un minuto, el gigante de la informática se pudo en contacto con él. Luego de conocerse el "descuido" que permitió al estudiante estadounidense Sanmay Ved comprar el pasado 29 de septiembre el dominio google.com, Google lo contactó para ofrecerle dinero. Según el propio Ved, se trataba de una compensación económica por haber señalado el error que hizo que se hiciera con Google.com durante el poco tiempo que tardó la empresa en percatarse y cancelar la transacción. Y como el estudiante pidió que el dinero se lo dieran a una ONG de India, el gigante de las búsquedas dobló la cifra. Así que la historia parece haber tenido un "final feliz", al menos para la fundación Art of Living India. Lea también: El hombre que fue dueño de Google.com Google rehusó comentar sobre esta noticia. Sanmay explicó su caso en LinkedIn. Ved explicó lo ocurrido en la red social LinkedIn, donde señaló que llevaba tiempo pendiente de los dominios relacionados con Google, empresa en la que trabajó. Estudiante de un MBA en EE.UU., el pasado 29 de septiembre navegaba por el sitio de venta de dominios de la propia Google cuando vio que estaba en venta nada menos que "google.com". Con su tarjeta de crédito, pagó los US$12 que le pedían y recibió su email confirmando que era el nuevo dueño del dominio con más tráfico del mundo. Casi inmediatamente empezó a recibir mensajes dirigidos al equipo administrador de la página. Duró poco más de un minuto, lo que tardó en llegarle el mensaje de cancelación diciendo que no podía quedarse con google.com porque alguien lo había registrado antes que él.

El virus que tomó control de mil máquinas y les ordenó autodestruirse

En enero de 2010, los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica que visitaban una planta nuclear en Natanz, Irán, notaron con desconcierto que las centrifugadoras usadas para enriquecer uranio estaban fallando. Curiosamente, los técnicos iraníes que reemplazaban las máquinas también parecían asombrados. El fenómeno se repitió cinco meses después en el país, pero esta vez los expertos pudieron detectar la causa: un malicioso virus informático. El "gusano" - ahora conocido como Stuxnet - tomó el control de 1.000 máquinas que participaban en la producción de materiales nucleares y les dio instrucciones de autodestruirse. Fue la primera vez que un ataque cibernético logró dañar la infraestructura del "mundo real". Durante el análisis del gusano, los analistas hicieron un descubrimiento sorprendente, señala Gordon Corera, corresponsal de temas de seguridad de la BBC. El código altamente avanzado de Stuxnet había sido diseñado con una mentalidad bélica. ¿Cómo un gusano informático logró dañar físicamente 1.000 máquinas en una planta nuclear? Te lo explicamos en cuatro pasos:
1- Stuxnet penetró en la red Según la firma de seguridad cibernética Symantec, Stuxnet probablemente llegó al programa nuclear de Natanz de Irán en una memoria USB infectada. Alguien habría tenido que insertar físicamente el USB a una computadora conectada a la red. El gusano penetró así en el sistema informático de la planta. 2- El gusano se propagó a través de las computadoras Una vez dentro del sistema informático, Stuxnet buscó el software que controla las máquinas llamadas centrifugadoras. Las centrífugas giran a altas velocidades para separar componentes. En la planta de Natanz, las centrifugadoras estaban separando los diferentes tipos de uranio, para aislar el uranio enriquecido que es fundamental tanto para la energía como para las armas nucleares. 3- Stuxnet reprogramó las centrifugadoras El gusano encontró el software que controla las centrifigudoras y se insertó en él, tomando el control de las máquinas. Stuxnet llevó a cabo dos ataques diferentes. En primer lugar, hizo que las centrífugadoras giraran peligrosamente rápido, durante unos 15 minutos, antes de volver a la velocidad normal. Luego, aproximadamente un mes después, desaceleró las centrifugadoras durante unos 50 minutos. Esto se repitió en distintas ocasiones durante varios meses. 4- Destrucción de las máquinas Con el tiempo, la tensión provocada por las velocidades excesivas causó que las máquinas infectadas, unas 1000, se desintegraran. Durante el ataque cibernético, alrededor del 20 por ciento de las centrifugadoras en la planta de Natanz quedaron fuera de servicio. ¿Cómo logró Stuxnet infiltrarse en la central iraní?
El gusano aprovechó cuatro debilidades previamente desconocidas en el sistema operativo Windows de Microsoft. Una ayudó a Stuxnet a llegar a la red a través de una memoria USB y otra usó impresoras compartidas para penetrar más profundamente. Las dos restantes le permitieron a Stuxnet controlar otras partes menos seguras de la red. El gusano fue programado específicamente para apuntar y destruir las centrifugadoras. Una vez dentro del sistema de Natanz, Stuxnet escaneó todas las computadoras con sistema operativo Windows que estaban conectadas a la red, en busca de un determinado tipo de circuito llamado Programmable Logic Controller (Controlador Lógico Programable) o PLC, que controla las máquinas. En este caso, el PLC que fue blanco del ataque controlaba la velocidad específica de las centrifugadoras. A diferencia de la mayoría de los gusanos informáticos, Stuxnet no hizo nada en las computadoras que no cumplían con requisitos específicos. Pero una vez que encontró lo que estaba buscando, se insertó en los PLC, listo para tomar el control de las centrifugadoras. Con sigilo de espía
Para infiltrarse en el sistema sin ser detectado, el gusano utiliza una "firma digital" - una clave larga, cifrada, robada de piezas genuinas de software- para parecer legítimo. Windows suele comprobar esas claves cuando se instalan nuevos programas. Usando ese modo de acceso, Stuxnet se deslizó sin generar sospechas. El gusano permaneció latente durante casi un mes después de infectar el PLC de las máquinas. En ese tiempo observó cómo opera el sistema normalmente y registró los datos generados. Una vez las centrifugadoras en Natanz quedaron fuera de control, el gusano reprodujo los datos grabados cuando todo estaba funcionando normalmente. Esto permitió que permaneciera indetectado por los operadores humanos de la fábrica, mientras las centrifugadoras quedaban destruidas. Image copyrightGetty Image caption Stuxnet impidió que los técnicos apagaran las máquinas Stuxnet fue incluso capaz de anular los interruptores de apagado de emergencia. Incluso cuando los operadores de las centrifugadoras se percataron de que las cosas estaban fuera de control, Stuxnet contenía un código que impidió el apagado de las máquinas. Todavía se desconoce con seguridad quién o quiénes fueron responsables de la creación de Stuxnet. Symantec considera que se necesitaron entre 5 y 10 expertos en software, que trabajaron hasta 6 meses para crear el sofisticado gusano cibernético. En 2011, el reconocido experto Ralph Langner dijo que el gusano fue creado en laboratorio por Estados Unidos e Israel para sabotear el programa nuclear de Irán, pero las autoridades no han confirmado esa afirmación.

El británico de 74 años que recibirá 360 azotes en Arabia Saudita por llevar vino

Si viaja a Arabia Saudita recuerde que deberá "respetar las tradiciones locales, las costumbres, leyes y religión a todas horas". "Arabia Saudita es un país musulmán donde la ley islámica se impone estrictamente". Así rezan los consejos del sitio internet del gobierno en Reino Unido para los que preparan un viaje a ese país en Medio Oriente. Sin embargo, un británico que vive jubilado en Arabia Saudita parece no haberlos leído. Karl Andree, de 74 años, fue descubierto con vino casero y fue sentenciado a recibir 360 azotes, un castigo que su familia asegura que no sobrevivirá. Las bebidas alcohólicas están prohibidas en el reino saudita. Salud frágil Simon y Karl AndreeImage copyrightPA Image caption Simon (izq.) dice que su padre ya ha pagado por su delito con un año de cárcel. Andree ya ha pasado más de un año en prisión, tras ser arrestado por la policía religiosa saudita. Su hija Kirsten Piroth dijo a la BBC que su padre, que ha sufrido de tres tipos de cáncer, podría morir de los azotes. La Cancillería británica comunicó que "estaría buscando su liberación tan pronto como sea posible". Kirsten Piroth reconoció que su padre trasportaba vino casero en su auto, en 2014, cuando fue detenido y arrestado. Tras cumplir un año de prisión, Piroth dijo que le "habían hecho creer" a ella y su familia que el castigo corporal no ser realizaría debido a la edad y salud de su padre. Sin embargo, ahora parece que hay dudas al respecto de si podría salir libre. Lea: Confirman sentencia de 1.000 latigazos y prisión contra bloguero en Arabia Saudita Karl Andree es un ex ejecutivo en el área de petróleo que lleva viviendo 25 años en Arabia Saudita. Según su familia ha vivido muy feliz en ese país al que le ha dedicado todo su esfuerzo profesional, hasta el arresto. También se encuentra muy frágil, sostiene Kirsten Piroth. Ha soportado tres tratamientos intensos contra el cáncer, sufre de asma y gota, dice la hija. Para peor de colmos, su esposa padece de demencia y deteriorándose rápidamente y Andree quisiera poder regresar a Reino Unido para verla. La familia asegura que Andree entiende las leyes de sauditas y que lamenta lo que ha sucedido. Pero insisten en que ya pagó por su delito con un año de cárcel y que el gobierno debería mostrar clemencia. Pero en Arabia Saudita, la ley islámica se impone con mano dura. Eso lo sabe Karl Andree y lo advierte claramente la Cancillería británica. La prohibición de alcohol en Arabia Saudita no pemite margen de error. En ese sentido la situación no augura muy bien para Karl Andree. Sin embargo, su familia ha apelado al gobierno británico diciendo que en esas altas esfera lo único que se necesita es una llamada a la persona adecuada para lograr la liberación de Andree. El gobierno británico ya expresó haber abordado el caso con los sauditas y que "están activamente buscando su pronta liberación". ¿Qué amerita azotes en Arabia Saudita? Reuniones con el sexo opuesto En 2006, dos hombres y una mujer de 75 años fueron sentenciados a ser azotados por "delitos morales", se había reunido con personas del sexo opuesto sin estar estrechamente relacionados. Durante el juicio los hombres alegaron que habían estado entregando pan a Khamisa Mohammed Sawawi.
Uno de ellos dijo incluso que estaba relacionado a Khamisa, quien lo había amamantado. El tribunal rechazó sus apelaciones. Sentenció a Khamisa y a uno de los hombres a 40 azotes y cuatro meses de cárcel. El otro hombre fue sometido a 60 azotes y seis meses de cárcel. Adulterio Una mujer de 19 años, conocida como la "niña al Qatif" estaba con un joven cuando fue atacada y violada por siete hombres. La pareja recibió una sentencia de seis meses de cárcel y 200 azotes cada uno, después de que las autoridades sostuvieron que la mujer había confesado sostener relaciones amorosas con el joven. Al abogado defensor se le suspendió temporalmente su licencia de práctica temporalmente suspendida por criticó el trato que los jueces le habían dado a la adolescente. Conducir auto... si eres mujer Las autoridades temen que si permiten a las mujeres conducir, estarían tentadas a dejar sus casas "con mayor frecuencia de lo necesario".
Sólo se les permite conducir en el desierto o adentro de un conjunto cerrado. Las familias frecuentemente deben contratar servicios externos para llevarlas de un lado a otro. Varias mujeres han sido sentenciadas a azotes tras conducir en protesta para llamar atención a la discriminación contra las mujeres. Ser gay La homosexualidad es ilegal en Arabia Saudita y es castigada con sentencias de prisión, multas, azotes, castración química y hasta pena de muerte. En julio 2014, un tribunal castigó a un hombre de 24 años con tres años de cárcel y 450 azotes por organizar una reunión con un hombre en Twitter. También se han azotado hombres por asistir a matrimonios gay, aunque ese tipo de unión no está legalmente reconocida en el país. Incomodar a niñas En 2000 se informó que unos adolescentes en Arabia Saudita que habían "incomodado" a unas colegialas enfrentaban azotes públicos y posibles sentencias de cárcel. Sucedió después de que niñas y padres de familia se quejaran de que había jóvenes merodeando las escuelas. Traer al país chocolates rellenos de licor Un hombre de Filipinas fue sentenciado a prisión y 75 azotes por traer al país dos chocolates que estaban rellenos de licor. Dijo que había comprado los chocolates durante una escala de su vuelo y que no se había percatado de que tenían alcohol.