jueves, 17 de septiembre de 2015

Un terremoto sacude Chile

Un fuerte y prolongado terremoto de intensidad 6,4 en la escala de Richter se ha sentido esta tarde en la zona central de Chile, a las 18,33 hora local, provocando cortes de electricidad y el colapso de las comunicaciones, sobre todo la de telefonía móvil. De acuerdo a la información de la Oficina Nacional de Emergencia, el seísmo tuvo su epicentro 37 kilómetros al norte de Valparaíso, a 100 kilómetros de Santiago, que este fin de semana enfrenta una fuerte lluvia. El movimiento telúrico es uno de los de mayor intensidad que se ha sentido en la capital chilena desde la madrugada del 27 de febrero de 2010, cuando un terremoto de 8,8 grados afectó la zona centro y sur de Chile y un tsunami causó la muerte de 156 chilenos. Las autoridades han descartado la alerta de maremoto en las ciudades costeras y hasta ahora no se han informado sobre víctimas fatales ni daños materiales de gravedad. Unos 100.000 usuarios del área metropolitana de Santiago se quedaron sin luz, pero el servicio se ha repuesto en un 95%. El seísmo ha afectado siete regiones de Chile, desde Coquimbo y hasta la Araucanía, y ha tenido algunas réplicas menores. El metro de Valparaíso ha suspendido sus servicios y en algunos centros comerciales de la región, altamente concurridos los fines de semana, se han producido algunos incidentes menores como el desprendimiento de techos. El intendente de Santiago, Claudio Orrego, ha señalado a Televisión Nacional que la capital chilena ha resistido de buena forma el terremoto, aunque ha reconocido las fallas en las comunicaciones. Chile es un país sísmico y la infraestructura privada y pública está preparada para enfrentar movimientos telúricos de magnitud. La población también está educada para actuar en el caso de emergencias, sobre todo después del terremoto de 2010. El seísmo de este sábado, sin embargo, ha provocado el habitual nerviosismo ante este tipo de eventos. Las autoridades se han movilizado, los medios de comunicación han cortado sus transmisiones habituales y la ciudadanía ha quedado en estado de alerta ante eventuales réplicas, anunciadas por los expertos.

Detenido un joven por llevar a clase un reloj que parecía una bomba

La etiqueta #IStandWithAhmed (Estoy con Ahmed) está siendo el vehículo a través del cual el joven Ahmed Mohamed recibe mensajes de apoyo después de que esta semana fuera detenido por la policía de su ciudad texana tras llevar al instituto un reloj construido por él mismo que su profesora creyó que era una bomba. Hoy, Barack Obama, a través de su cuenta de Twitter @POTUS ha invitado al chico a visitar la residencia presidencial. "Un reloj muy chulo, Ahmed. ¿Quieres traerlo a la Casa Blanca? Deberíamos inspirar a más chicos como tú a que les guste la ciencia. Es lo que hace grande a América". Follow President Obama ✔ ‎@POTUS Cool clock, Ahmed. Want to bring it to the White House? We should inspire more kids like you to like science. It's what makes America great. 12:28 PM - 16 Sep 2015 382,472382,472 Retweets 369,891369,891 favorites Poco después de la Casa Blanca, Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, alababa la ambición de Mohamed por construir algo nuevo. "Ahmed, si en alguna ocasión quieres venir a Facebook, estaré encantado de recibirte", escribe el joven empresario en su cuenta en la red social. A Mohamed se lo llevaron esposado a un centro de detención juvenil los agentes del orden después de estar retenido y ser interrogado durante varias horas en el instituto MacArthur de la localidad de Irving (Texas), donde el muchacho de 14 años acudió a clase de ingeniería con el artefacto. Tras mostrárselo a su profesora —a quien quería impresionar con sus dotes—, esta mostró cierta inquietud y le aconsejó que no lo enseñara a nadie más. Con el reloj a buen recaudo en su mochila y ya en clase de inglés, el aparato comenzó a sonar, por lo que la profesora de esa asignatura pidió ver lo que contenía la bolsa del chaval al acabar la lección. “Me dijo que parecía una bomba”, ha relatado el joven al diario The Dallas Morning News. La profesora procedió a confiscar el artefacto y Mohamed fue enviado al despacho del director del centro, donde cinco agentes de policía le interrogaron, según el diario de Dallas. El responsable del centro ha expulsado al alumno durante tres días, aunque no haya sido acusado de ningún delito. “Me decían [los policías]: 'así que has intentado construir una bomba, eh', a lo que yo les respondía que solo quise hacer un reloj”, explica el joven, hijo de un inmigrante sudanés, que de cuando en cuando viaja a su país, donde está involucrado en la política nacional y ha tenido aspiraciones presidenciales. En opinión del padre, Mohamed Elhassan Mohamed, su hijo solo quiere inventar “cosas buenas para la humanidad, pero todo se ha complicado porque se apellida Mohamed y acaba de conmemorarse el 11-S”. La policía, durante su interrogatorio —en el que no estuvo en ningún momento un adulto de la familia de Mohamed—, insistió en varias ocasiones en que el artefacto parecía “como la bomba de una película”, según el relato del chico. Mohamed abandonó el instituto esposado y fue conducido a un centro de detención juvenil, donde se le tomaron las huellas dactilares y la consabida foto de frente y de perfil para su ficha policial. “Me hicieron sentir como un criminal”, asegura el adolescente, que en el momento de la detención vestía una camiseta con el logo de la NASA. En opinión del Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidense (CAIR, siglas en inglés), la mayor organización civil islámica de EE UU, todo el asunto es “bastante indignante”. “Sin duda esto enciende todas nuestras alarmas”, asegura Alia Salem, al frente de CAIR en Texas, que ya investiga el caso. En las redes sociales había voces que reclamaban que el asunto formara parte de los temas que esta noche de miércoles traten los candidatos a la nominación republicana durante el debate que tenían previsto mantener en California. ¿Es el caso Mohamed un ejemplo de buena práctica por parte de las autoridades locales? ¿Sospechan los norteamericanos de cualquier musulmán por el simple hecho de serlo o incluso de quien solo consideran musulmán por su aspecto físico? ¿Es la norteamericana una sociedad cada vez menos amigable con los inmigrantes?

Trump dice que en "este es un país en el que hablamos inglés, no español"

© EFE Trump y el resto de los candidatos se enzarzan en ataques personales en el debate El magnate inmobiliario Donald Trump aseguró en el debate de aspirantes a la nominación del Partido Republicano para las elecciones presidenciales de 2016 que Estados Unidos es un país "en el que hablamos inglés, no español". Trump insistió así en una crítica que ya hizo al pasado 2 de septiembre al exgobernador de Florida Jeb Bush, uno de sus principales rivales para la nominación, por expresarse en lengua española, que domina perfectamente, durante la campaña. "Tenemos un país en el que para ser asimilado hay que hablar inglés, y hay que asimilarlos (a los inmigrantes). Este es un país en el que hablamos inglés, no español", indicó Trump cuando los moderadores de la CNN sacaron a relucir las declaraciones del magnate sobre el bilingüismo de Bush. Por su parte, Bush defendió su uso del idioma español en campaña y aseguró que "si un niño" le hace una pregunta en castellano, él será "respetuoso con él" y le responderá en ese mismo idioma. "Bueno, estoy hablando inglés esta noche aquí", rebatió también Bush a Trump. Bush, casado con una mexicana, habla español perfectamente y lo usa de forma habitual en intervenciones ante público latino o cuando es preguntado en ese idioma. Instantes después intervino el senador por Florida Marco Rubio, de ascendencia cubana, quien también opinó sobre la cuestión de la lengua y contó la historia de su abuelo, quien emigró de Cuba a EE.UU. y tuvo que aprender inglés. "Estoy de acuerdo en que el inglés es el idioma unificador de este país y que todo el mundo debería hablarlo", aseguró Rubio, aunque explicó que, cuando se lo piden, él concede entrevistas en español a los medios de comunicación.

Bachelet: "Puede haber réplicas fuertes"

La presidenta Michelle Bachelet lamentó anoche las muertes que causó el terremoto que sacudió a Chile ayer. La mandataria se dirigió al país cerca de la medianoche, e informó que dos mujeres murieron aplastadas por derrumbes en la región de Coquimbo, la zona más afectada por el violento sismo que se prolongó por más de un minuto y medio, seguido de otras fuertes réplicas cada cinco minutos. La tercera víctima es un anciano quien murió en Santiago a raíz de un paro cardíaco. Si bien, al momento de comparecer ante los medios la mandataria sólo tenía registro de tres muertes, minutos más tarde esa cifra trepó a cinco víctimas fatales por el movimiento telúrico. En tanto, la mandataria destacó la rápida reacción ante el peligro de tsunami y pidió comprensión ante la medida obligatoria de evacuación. "Yo sé que es duro, hace frío, pero queremos proteger sus vidas" señaló. En este sentido, mencionó también que los hospitales que están bajo la cota 30 fueron evacuados y confirmó la existencia de daños materiales en viviendas "pero -precisó- todavía es una situación en proceso. Si bien hubo un tsunami, los trenes de olas han ido en descenso" e insistió en que "queremos evaluar porque puede haber réplicas fuertes". Consultada por los festejos de Fiestas Patrias, Bachelet pidió esperar hasta mañana, luego de una visita que hará a las localidades más afectadas por este nuevo terremoto en Chile. Previo a las palabras de Bachelet, desde el balneario de Tongoy (a 425 kilómetros al norte de Santiago), se informó que quedó aislado por el agua al tiempo que el agua de mar empezaba a inundar al puerto de Coquimbo. (ANSA)