domingo, 6 de septiembre de 2015

Más nazi que Hitler

Imagine que le nombran a usted Director de Recursos Humanos de una empresa llamada Internacional Nacionalsocialista y le encargan elegir al nuevo Consejero Delegado. ¿El objetivo? Buscar al hombre que no solo guíe a la empresa hasta el liderazgo del sector de la Conquista, Destrucción y Barbarie a Gran Escala sino que, sobre todo, muestre mayor entusiasmo y convencimiento en la cruzada. De entre todos los candidatos, seleccionará usted a dos: un tal Adolf Hitler y un tal Alfred Rosenberg. ¿Con cual de los dos se quedaría? Con Hitler... ¿O quizá no? En efecto, si se trata de elegir al mayor nazi de todos los tiempos, la elección correcta no es fácil si nos atenemos a los orígenes del movimiento. El mismísimo Führer llamaba a Alfred Rosenberg “Padre de la iglesia del nacionalsocialista”. De su condición de ideólogo de cabecera del nazismo da fe lo temprano de su ardor antisemita: Quedaban cinco años para que Hitler escribiera Mi lucha (1925) cuando Rosenberg publicó su primer libro: La huella del judío a lo largo de la historia; texto que, como se pueden ustedes imaginar, no era un dechado de empatía hacia el judaísmo (sus primeros escritos atestiguaban un “antisemitismo francamente monomacíaco”, según su primer biógrafo). Algunos historiadores sostienen que el libro de Rosenberg "inspiró, al menos parcialmente, muchos pasajes antisemitas de Mi lucha". Rosenberg, que ocuparía cargos como la dirección de Exteriores del partido nazi o el ministerio del Reich para los Territorios Ocupados del Este, fue juzgado en Núremberg, condenado a muerte y ejecutado en la horca en octubre de 1946. Crítica lanza ahora por primera vez sus Diarios 1934-1944, que desaparecieron misteriosamente durante los Juicios de Núremberg, y reaparecieron en EEUU en 2013 tras una investigación del Museo del Holocausto y el Gobierno estadounidense. Todos los dedos apuntan hacia Robert Kempner, uno de los fiscales de Núremberg, acusado de sacar los papeles de Alemania para traficar con el material.
Páginas truculentas Hitler no envío a Rosenberg al Este durante la guerra por casualidad: "Le veía como un competente correligionario al que ningún otro miembro de la cúpula nacionalsocialista podía igualarse" en su fervor antibolchevique, cuentan Jürgen Matthäus y Frank Bajohr, editores del libro. El 2 de abril de 1941, Hitler nombra a Rosenberg hombre fuerte en los territorios ocupados del Este europeo. Así lo plasmó en su diario: “No creo que sea necesario que me detenga a explicar lo que siento. Estos veinte años de trabajo antibolchevique van a tener repercusiones políticas, más aún, repercusión en la historia de la humanidad…”. En calidad de ministro para los Territorios Ocupados del Este, "Rosenberg se ocupó de orquestar ideológica y filosóficamente el Holocausto", hecho evidenciado en "varias iniciativas suyas relacionadas con la división del trabajo para la matanza organizada y sistemática”, analizan Matthäus y Bajohr. Rosenberg, ¡cómo no!, intentaría maquillar su trayectoria a posteriori. Su "leyenda del pensador apartado de la realidad, bienintencionado, y desplazado por otros jerarcas del Partido Nazi más radicales que él", chocó contra el muro del Tribunal de Núremberg... y contra el de la realidad: Rosenberg había hablado y escrito hasta la saciedad sobre su odio a los judíos. "En un discurso sin fecha, que probablemente se pronunció tras la batalla de Stalingrado, Rosenberg volvió a expresarse con claridad acerca de la situación de la 'solución final': había que 'eliminar esa suciedad, pues lo que hoy sucede con la eliminación de los judíos de todos los estados del continente europeo es también un hecho humano, concretamente un hecho humano duro, biológico'. Aunque hubiese cambiado algo desde la formulación de los ideales nacionalsocialistas, Rosenberg seguía sintiendo la 'antigua ira', y el objetivo no podía 'ser otro que el de antes: la cuestión judía en Europa y Alemania solo estará resuelta cuando no haya ni un judío más en el continente europeo'", escriben los editores del libro. No obstante, Rosenberg se cuidó mucho de explicitar en los diarios su participación directa en las matanzas. Como se explica en la introducción, "la propensión a guardar intencionadamente silencio en las propias notas sobre incidentes que resultan desagradables o perjudiciales es una tendencia compartida" tanto por Rosenberg como por Joseph Goebbels, únicos líderes nacionalsocialistas en recoger sus reflexiones en diarios. Por tanto, las mayores truculencias del dietario se encuentran en detalles costumbristas como el siguiente, sacado de la entrada del 27 de enero de 1940: "Hoy al mediodía el Führer estaba nuevamente de buen humor… Hess le trasladó el relato de un capitán alemán que después de muchos años había estado de nuevo en Odessa. Le explicó que, al contrario que antes, no había encontrado ni un judío entre las autoridades. Esto dio pie al comentario tan frecuente en estos días de si realmente se está preparando en Rusia un cambio en este sentido. Yo dije que si de verdad comenzaba esa tendencia desembocaría en un terrible pogromo contra los judíos. El Führer dijo: entonces quizá le pida a él la asustada Europa que vele por la humanidad del Este… Todos se echaron a reír"... Hitler aprovechó las risas de sus subordinados para soltar el chiste final: "Y que Rosenberg sea el secretario de un congreso presidido por mí sobre el trato humano a los judíos...”. Más risotadas... O la mezcla definitiva entre antisemitismo, nazismo y cuñadismo en la oficina nacionalsocialista…

Un italiano pescó el bagre más grande del mundo

© Proporcionado por Infobae Bagre mas grande del mundo 01 29-08 1583.jpg El sitio del diario USA Today publicó estas imágenes de Dino Ferrari, el pescador italiano que se atribuye haber batallado con éxito para extraer este descomunal bagre de las aguas del delta de río Po, cerca del mar Adriático. El animal medía 2,75 metros y registró un peso de casi 400 kilos al salir de las aguas del famoso curso de agua italiano. Los especialistas en pesca consideran que capturar un bagre de unos 5 kilogramos es ya una tarea entretenida, ya que esta especie "es muy aguerrida y la sensación es que cuanto más fuerza haga el pescador, más luchará el pez", según describe scout.com. Por eso es llamativo que Ferrari haya tenido el tesón y la paciencia necesaria para hacerse con un ejemplar poco común, teniendo en cuenta el tamaño promedio de estos peces (uno 50 centímetros). Algunos dudarán si este bagre es el más grande jamás capturado. Es muy probable que Ferrari se lleve todo el reconocimiento, al menos en capturas realizadas con cañas de pescar. Para comparar y debatir, ofrecemos este video disponible en YouTube con otros ejemplares gigantes de bagres.

El cultivo masivo de marihuana a cambio de carne, realidad campesina en Paraguay

© EFE El cultivo masivo de marihuana a cambio de carne, realidad campesina en Paraguay El cultivo de marihuana a gran escala es una realidad cotidiana en algunas de las comunidades campesinas más pobres de Paraguay, donde la yerba se ha convertido en el único producto de renta que permite a los labriegos obtener carne y otros alimentos básicos. Una anciana de pelo blanco y vestido negro cruza un largo camino de tierra roja. Sale de la chacra que está detrás de su pequeña casa con un enorme fardo en la cabeza, una imagen tradicional del Paraguay rural donde abundan las plantaciones de tabaco y yerba mate pero, en este caso, lo que la mujer sostiene es marihuana. La señora lleva su carga hasta uno de los almacenes de la colonia campesina de San José del Norte, más conocida como Kambá Rembé, donde cambiará la marihuana por carne, que está al mismo precio, 20.000 guaraníes el kilo, unos cuatro dólares. Aunque el cultivo de marihuana es ilegal en Paraguay, más de la mitad de esta comunidad de 4.000 habitantes, ubicada en el empobrecido departamento de San Pedro, tiene plantaciones de tres o cuatro hectáreas de esa yerba junto a su casa. "La gran mayoría de la gente se dedica a ese rubro porque no hay una alternativa de producción. Ya sabemos que es ilegal y que los que se dedican a eso son delincuentes, pero nadie quiere ser delincuente, lo que pasa es que nos obliga la necesidad en la que estamos", dijo a Efe Francisco Larrea, docente de la comunidad. Es un secreto a voces en un país de 6,5 millones de habitantes que es el principal productor de esta droga en toda Sudamérica, según las autoridades. Con plantaciones que ocupan unas 6.000 hectáreas, las organizaciones de narcotráfico de la región exportan al año unas 20.000 toneladas de marihuana, el 80 por ciento de ellas a Brasil, el resto a Argentina, Uruguay y Chile, donde el kilo ronda los mil dólares. Mientras que en Europa una plantación de tres hectáreas descubierta recientemente en Albacete (España) es considerada la mayor encontrada hasta la fecha, en Paraguay las autoridades han destruido unas 1.200 hectáreas de cultivos ilegales solo en lo que va de 2015. "Esas toneladas son bolsas y bolsas que llenan camiones, aviones y helicópteros que pasan frente a la comisaría local, frente a los controles de carretera y de aduanas, los campesinos son el último eslabón y lo hacen porque no queda alternativa", aseguró a Efe Antonio Santa Cruz, concejal del distrito de General Resquín, al que pertenece Kambá Rembé y otras colonias donde se produce marihuana. La situación de la zona es conocida desde 2009, cuando la Policía Antinarcóticos hizo una intervención para destruir esos cultivos. Entonces el Gobierno intentó abordar el problema y los campesinos dejaron de cosechar marihuana con la esperanza de volver a dedicarse a otros productos si se mejoraban los caminos, las instalaciones eléctricas y el acceso a agua potable, explicó Santa Cruz. Pero la ausencia de respuesta del Estado y el aislamiento que persiste en la zona volcó de nuevo en 2013 a miles de familias al cultivo de la planta ilegal, un hecho que volvió a ser cotidiano en la zona y que pasó desapercibido para los medios. Hasta que el pasado miércoles algo insólito ocurrió pues una de las periódicas intervenciones policiales para eliminar cultivos de marihuana provocó que un millar de vecinos de Kambá Rembé salieran a manifestarse. "Queremos una alternativa para poder cambiar de la marihuana, no queremos ser delincuentes. Estamos en una situación límite, sin acceso a buena educación, ni médicos, y el mercado para cualquier producto agrícola está a 400 kilómetros", manifestó Larrea, que acompañó la protesta que se repitió al día siguiente. La Policía reportó que ha eliminado unas 140 hectáreas de plantaciones en el pueblo. "¿Y ahora de que va a comer la gente?", dijo Santa Cruz. "El kilo de mandioca se vende a 100 guaraníes el kilo, la fábrica de almidón y la de caña de azúcar no funcionan por falta de apoyo estatal. No hay caminos, un médico para todos y solo hasta las tres de la tarde. Además, prohibido enfermarse el fin de semana", ironizó. Tras la intervención policial, cientos de viviendas han quedado vacías pues familias enteras han huido por temor a ser detenidos. Aunque en Paraguay la información sobre presuntos vínculos entre el tráfico de drogas y algunos políticos, conocida popularmente con el nombre de "narcopolítica", está siempre presente en las informaciones de prensa, los cultivadores no suele tener espacio para explicar su realidad.