viernes, 18 de septiembre de 2015

El condenado a muerte que recibió dos semanas de gracia

El día que esperaba recibir la inyección letal en una cárcel de Oklahoma, Richard Glossip, se enteró que tendría dos semana más de vida. Una corte de apelaciones del estado postergó su ejecución prevista para la tarde del miércoles, ordenada por el asesinato de su jefe en 1997, de la que se declara inocente. Glossip no es un condenado más que espera sentencia en el corredor de la muerte, es uno de los principales demandantes en el caso presentado a la Corte Suprema sobre la legalidad de las inyecciones letales. Su caso ha sido tan notable que hasta voces que tradicionalmente defienden la pena de muerte, han pedido revisar la sentencia. El 4,1% de los juzgados sentenciados a pena de muerte en EE.UU. son inocentes, según reveló un estudio publicado el pasado año en la revista científica PNAS. Uno de cada 25 de los 300 condenados desde 1973. El exsenador de Oklahoma Tom Coburn escribió una carta a la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin, en la que le pedió que "evite un error mortal". En su misiva el exsenador señaló que este caso es diferente porque "no hay evidencias de ADN, no hay ninguna otra evidencia forense, ningún otro testigo. Solo la palabra de (Justin) Sneed", el otro acusado por el caso. Pero "¿Dijo Sneed la verdad?", se cuestiona el exsenador. "No lo sabemos, pero sabemos que ha dicho muchas mentiras en este caso porque ha cambiado su versión varias veces".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes escribir tu comentario sin restricción, solo te pedimos que seas moderado con las palabras, no insultos y cosas parecidas. agradecemos tu atencion.

Enrique Mercedes
Administrador