miércoles, 19 de agosto de 2015

El cardenal peruano despedido por "plagiar" al Papa

Hace pocos días el principal diario nacional de Perú, El Comercio, separó públicamente como columnista al cardenal de ese país, arzobispo Juan Luis Cipriani. Una decisión sin precedentes en esta nación considerada profundamente conservadora y religiosa. Para sus seguidores, esto fue un acto de venganza ante un personaje polémico y controvertido a lo largo de los últimos 25 años. Lo cierto es que el diario había confirmado la veracidad de la denuncia de un medio local, Utero.pe. Este señalaba que el purpurado había copiado, sin hacer uso de las comillas, algunos párrafos del libro “”, de Joseph Ratzinger, después el ahora papa emérito Benedicto XVI. Esos párrafos habían aparecido en la nota titulada “Sentido primaveral de nuestra historia”, publicado el domingo 9 de agosto y firmada por Cipriani. El cardenal responde La respuesta del cardenal no se hizo esperar, y en una carta al director basó su defensa en dos puntos: los textos de la Iglesia no tienen propiedad intelectual, “es patrimonio común de nuestra fe” precisó, y por lo tanto no había cometido delito alguno. Y además sostuvo algo que la naturaleza humana podría entender: no había tenido mucho espacio para precisar sus fuentes. En una revisión posterior el diario halló más notas con párrafos copiados, lo que pareció colmar el vaso. La política de este medio es conocida en cuanto a plagios: los periodistas son despedidos y los columnistas no vuelven a publicar. Y esto fue precisamente lo que hicieron: “Está claro que el diario no publicará más artículos del cardenal”, concluyó la nota publicada en su versión online el viernes 14 de agosto. Personaje controvertido Para sus críticos, esto abrió la temporada de caza. Juan Luis Cipriani, de 71 años, es un personaje polémico debido al protagonismo político que mantiene en temas que él considera cercanos a la posición de la Iglesia católica. En el último año fueron conocidas sus permanentes campañas en contra de la unión civil, que el Congreso no aprobó, a pesar de que los principales órganos del Estado se habían manifestado a favor. Pese a las protestas en las calles de Lima, no avanzó en el Congreso una ley que haría legal el aborto en caso de violación. Muchos atribuyen esto al poder de la Iglesia católica en el país. Y también en contra de la legalización del aborto por violación: Perú ocupa el tercer lugar en casos de violación sexual en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. Los legisladores que al final no aprobaron ninguna de las dos mociones justificaron sus votos apelando a la naturaleza católica del país, y que había que salvaguardar a la familia peruana. Pero Cipriani, el primer miembro del Opus Dei en ser nombrado Cardenal en 2001, también ha hecho causa de otros temas. Los medios de prensa locales reportaron extensamente en los años '90 cuando era obispo de Ayacucho, identificado como el lugar de nacimiento del grupo armado maoista Sendero Luminoso. En esa época la revista de política nacional, Caretas, consiguió un famoso titular del hoy cuestionado líder religioso, quien se habría referido a la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos como “esa cojudez”. Algo que él repetidamente ha negado haber dicho. En todo caso, el purpurado es conocido por sus vínculos con los principales grupos económicos del país, además de ser un sólido defensor del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), condenado a 25 años de prisión por cargos de homicidio calificado.

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Enrique Mercedes
Administrador